El contenido de La espiral Bipolar se engloba en un libro de alrededor de 140.000 palabras (o al menos eso creo de momento) Aquí haré la honesta y árdua tarea de transcribir los cápitulos en varias fases para una lectura mas fácil. Y sobre todo compartiré el arte porque el arte que trasmite es el arte para TODOS.
La curiosidad dió sentido a nuestros pasos y nuestros pasos nos llevaron a ella...a la curiosidad bajo el influjo de las mismas espirales.

{Os mando la energía... si queréis saltar os espero en la otra espiral}

jueves, 4 de octubre de 2012

(CAPITULO 12, Parte 4)


La espiral del Faraón. 2047*





Volaron hasta el distrito 224 guiados por el GPS.
Cuando llegaron al edificio donde se suponía que estaba Kramp, Tania se sobrecogió de emoción.
Miró a Rasha y le dijo que era recomendable dejar a Levar en el Walnut durmiendo, junto a los niños y Blod.
El resto bajaron del vehículo y se acercaron al edificio. 
Casualmente no era un edificio alto. Tenía solamente seis plantas de las cuales más de la mitad parecían deshabitadas.
La fachada del edificio era gris, con los zócalos de las puertas y las ventanas marrones y las barandillas y las repisas de los ventanales blancos.
Parecía un edificio antiguo pero a pesar de ello no tenía ni una sola grieta en las paredes y ningún desconchado en las molduras o en las barandillas blancas que ostentaba.
De todos modos la puerta de entrada era amplia y señorial, exhibiendo dos grandes láminas de cristal que se abrían hacía dentro y un soportal elegante de mármol gris veteado con rayas blancas.

Según el registro que habían logrado hallar los chavales,  Kramp vivía en el piso 3º, en la escalera B.
Llamaron al timbre sin ninguna dilación.
Abrió una señora de unos cincuenta años vestida con camisón rosa y bata fucsia. Tenía el pelo corto, redondeado y tan alborotado y extravagante que ni la reina más intuitiva podría descifrar ni su forma ni su color.

-¿Qué desean?- Preguntó algo sorprendida y con voz áspera.
Rasha improvisó.
-Venimos de parte del Faraón. Kramp tiene que acompañarnos.

La señora, aún dormida, contestó pidiendo por favor  que esperaran en la puerta.
Kramp apareció a los pocos minutos.

Tania no pudo verla enseguida, ya que, para no llamar demasiado la atención, se encontraba escondida detrás del resto.
Cuando la muchacha salió vieron a una preciosa mujer de pelo largo y mirada expresiva. Le caían varios mechones de su cabello negro sobre la cara y el resto de lo mantenía recogido en una gran horquilla.
Su aspecto de hija de Acuario había desaparecido, incluyendo los tatuajes de la cara que antes lucía con toda seguridad.
Ahora solo quedaba una expresión de resignación en sus ojos y el eterno deseo congelado de volver a ser una hija de Acuario…


-¿Qué querían?- contestó la muchacha con la voz amarga y el sueño en los talones.
-Queremos presentarte a alguien… - dijo Rasha sonriendo- aunque creo que ya la conoces…
 Entonces Tania, eufórica, se hizo paso entre el resto con la esperanza de regalar a su prima la promesa de una nueva vida.
-Hola prima, por fin te he encontrado.
La chica se estremeció de emoción y corrió a los brazos de Tania. Mientras se abrazaban unas lágrimas caían por las mejillas de ambas.

-Vamos, vístete, vienes con nosotros.
La prima de Tania se quedó patidifusa.
-Tania, tengo que advertirte. Todos nosotros estamos programados. Nos buscaran y nos encontraran rápidamente. Soy un GPS andante. Además los π no perdonan a ningún hagged. – dijo Kramp exhausta.- ¡Que haré yo si dejo a la señora Plácida! Me avasallaran castigándome sin piedad.
-No temas prima, nos buscan por muchos motivos. Este solo será uno más.
-Yo aquí ayudo a la señora Plácida. Es mi labor en la espiral y no puedo salirme del programa establecido. ¿No lo entiendes? Si me marcho… - volvió a repetir.
-Que prefieres, morir luchando por tu libertad o vivir como si estuvieras muriendo.
Se creó un silencio de unos veinte segundos. La muchacha miró a Tania y luego buscó respuestas en las miradas del resto del grupo.
Kramp por fin contestó:
-Obviamente elijo tu compañía, Tania…- Resolvió con una gran sonrisa.

La muchacha volvió a entrar en la casa para vestirse despidiéndose de la mujer que había estado cuidando tantos meses. La pobre señora necesitaba de su ayuda  para poder manejarse ya que era una anciana con problemas de visión. Esta disyuntiva supuso un gran dilema para la hija de Acuario pero pesaban más las ansias de libertad.
Ésta, probablemente, sería la única oportunidad que tendría de huir de aquel infierno.
Bajaron las escaleras sin usar el ascensor. Era más seguro y en el fondo más rápido. Cuando llegaron a la calle corrieron hasta el Walnut. Un π les llamó la atención desde lejos.
Hicieron caso omiso  con lo cual el π comenzó a correr tras ellos siguiendo los pasos del grupo.
Llegaron al Walnut sanos y salvos, exceptuando el propio vehículo que había recibido un golpe que un π le había propinado en uno de los cristales.
Rasha comenzó a conducir y elevó el Walnut a unas alturas extraordinariamente sobrecogedoras.

-Chicos -dijo dirigiéndose a los niños. – Hay que buscar el método de romper Spider. Esta gente no recibirá ni un castigo más. No dejaremos que estén esclavizados por más tiempo.
-Tenemos la dirección del creador de Spider. Quizá sea el único que nos pueda proporcionar los códigos de acceso. – Expuso Divad.
-Estupendo chicos, les felicito. Ahora podremos llegar al centro de la cuestión.




Levar no podía entender que no encontraran a Sol. Les pidió a los chicos que siguieran buscando a su hermana. Los muchachos sugirieron rastrearla por la foto. A mitad del trayecto Imad encontró un dato de interés según  la chica bipolar. No parecía su hermana pero tenía algo en su aspecto que le hacía sentir cierta familiaridad. Tenía dudas pero también le invadía un presentimiento que no podía desechar.

-Rasha, hemos encontrado algo. No sé si es ella pero deberíamos ir a buscarla antes de encontrar al controlador. – Le dijo Levar tocándole el hombro.
-Es peligros. Los π están tocándonos los talones continuamente. – Le advirtió él.
-Entonces yo me quedaré aquí hasta que la encuentre.- Acometió ofuscada la reina Bipolar.
-Tranquila- intervino Jacky- Iremos a buscarla. Rasha solo está un poco nervioso.
-De acuerdo, chicos. Me habéis convencido. Prepararos para una nueva parada.
E león comenzó a  sobrevolar unos edificios dirección al edificio donde supuestamente vivía Sol. No era momento de dejar nada para mañana y Rasha era consciente que la estabilidad de Levar pasaba por tener el conocimiento fehaciente de que su familia se encontraba bien.
¿Quién era él para arrebatarle dicho propósito?
¿Cómo podía olvidar que estaba sintiendo que bebería los mares por aquella mujer si hiciera falta?





Cuando llegaron bajaron del vehículo Levar,  Blod y Rasha. La situación cada vez se incrementaba en peligro y los π iban cercando el trayecto del Walnut que conducía Rasha.

Según Divad la muchacha que buscaban se encontraba en el distrito 346, en el piso 22C.
Llegaron a la planta baja y subieron el ascensor hasta llegar a la casa.
Llamaron al timbre y salió un hombre ataviado con un batín marrón.

-¿Qué desean?- Preguntó frunciendo el ceño.
-Buscamos a Sol.  – Contestó Rasha.
-¿Qué Sol? Aquí no vive ninguna Sol.
-No puede ser. Sol tiene que estar aquí. Vimos una foto…, supusimos que vivía aquí.- Esgrimió Levar bastante sofocada.
-Quizá se hayan equivocado.

Levar miró detenidamente a aquel hombre. Su cara le era familiar. De hecho había escuchado antes esa voz.

-Buscamos a mi hermana, la buscamos desde hace muchos meses. Tal vez un año ya.- Expuso tratando de ocultar la desesperación de su voz.
-Pues no sé. Aquí solo estamos mi mujer y mi hijo.
-Por favor - suplicó la chica bipolar.- Tiene que ser ella, por favor, no me diga que no.- Esta vez rompió a llorar. De nada le había servido tratar de controlar su angustia. 
-Relájate –le consoló el desconocido.- Tu no debes perder las esperanzas nunca, hay una encrucijada para ti. Tú no debes perderlas…

El grupo miró atónito al hombre. Parecía conocer a la reina Bipolar y lo más escalofriante era que parecía conocer su historia.

A los pocos segundos salió una mujer a la puerta.
-Hola pequeña. Ya veo que me has encontrado. –Dijo serenamente una mujer joven vestida también de batín, esta vez de color violeta.

-¿Hermana?- Exclamó la terrestre con el deseo sincero de darle un abrazo espléndido a la joven.
-Pequeña Levar. ¿Cómo me encontraste?- dijo sonriendo serenamente.
El aspecto no era el que tenía su hermana Sol en la Tierra pero tenía dibujados varios lunares en la mejilla formando una estrella.
-Veo que has hecho realidad tu sueño… –Le sonrió acercando su mano a el dibujo de la estrella de la mejilla.
Sol asintió y se acercó a Levar sin mediar palabra.
-Te he buscado en los confines del Universo Alfa. Pero no esperaba encontrarte en el peor de los sitio.
-Bueno, tal vez parezca el peor sitio. Pero aquí tengo una familia. Nunca pensé que podía pasarme pero veo que tú también has llegado hasta aquí.
-Sí, pero yo no he venido a quedarme sino a encontrarte.
-Mi niña – murmuró Sol con cierta tristeza.- Todos hablan  de ti… pero no acababa de creerme que eras tú. Al principio creí que lo que me pasó tenía sentido respecto a  tus genes bipolares... Pero he estado tan equivocada…
Yo creí que también era bipolar, que lo que me había sucedido tenía sentido teniendo en cuenta lo que tú estás pasando. Pero me di cuenta de que…
Bueno, mi marido me guió…
El que parecía un buen hombre volvió a salir de las sombras. Parecía un tipo callado y tranquilo pero Levar lo vio todo claro.
-¿Fue él? –preguntó algo perturbada.
-Él es el padre de mi hija. Tengo una vida plena junto a él y mi niña.
-No entiendo… -balbuceó Levar.- Entonces… ¿No vendrás con nosotros?- Dijo aturdida.
Quería entender pero nada se le estaba concediendo…
Entonces, mientras Sol se ausentó, Levar aprovechó para hablar con el hombre de bata marrón.

-Odio tener que hacer esto, pero tengo que obligarte a que me digas que pasó con ella. –Le intimidó desafiante.
-La mataron pensando que eras tú. Pierdo contándote esto porque… bueno, realmente no gano nada pero debes saberlo. Yo he estado todo este tiempo aquí para esperar tu presencia. El Faraón sabía que la buscarías. Pero te juro que la quiero, tanto que no sería capaz de alejarme de ella y de la niña por nada del mundo. Son mi vida pero tengo que alertar al Faraón.
-¿Qué sentido tiene...?- Tartamudeó la chica bipolar.- Él me encontraría de todos modos…
-Si… pero al principio la confundieron contigo en la Tierra pero fue un grave error. La torturaron para obtener información acerca de los viajes en el tiempo. Ella murió en el acto y luego consideraron que si era la otra hermana, debían capturar a mi mujer hasta que volvieras a por ella. Creció aquí y se crió entre haggeds. Después me asignaron para que pasara por su marido…
-¿Y ahora…? ¿Avisarás al Faraón?
-Él ya sabe que estás aquí y tú lo sabes. Supongo que deja que elijas tu propia encrucijada.
-¡Paparruchadas!- Intervino el león exclamando a voz en grito.
-Espera… -Le pidió Levar al león apartándole de la puerta.
-Creo que el presupone demasiadas cosas que son falsas a ojos de otros. Espero que la protejas con tu vida. Es lo único que me importa. ¿Y sabes? Sé quién eres.
El hombre la miró desconcertado.
-Eres uno de ellos… No necesito a un chamán para que me lo verifique. Sé que obtienes favores del Faraón y que esto te viene de perlas. Pero creeré en tu palabra. Si vuelve a pasar algo a ella o a la niña no te va a servir ninguna encrucijada…
Jacky estaba desconcertado. Por primera vez la muchacha bipolar estaba usando la energía invisible para obtener información de otros seres.
Aquel hombre era un alquimio, un falso buen hombre…

De repente apareció su hermana con una dulce niña a hombros. No se le veía apenas la carita pero Sol se afanaba por mostrársela a su hermana.
Tenía el pelo largo y una cara de caramelo, tan dulce como el mismo gorrión de la mañana. Era toda luz, tanta que Levar se sintió cegada.
Después le acarició los mofletitos y la niña resopló. Sus ojos eran azules, como los de su padre y sus labios carnosos y de color carmesí como los de Sol.

-Siempre me he sentido algo perdida en esta espiral- comenzó a decir Sol a su hermana-  pero desde que conocí a este hombre- explicó señalizando a su marido- mi vida cambió por completo.
-Se dé que habéis hablado pero me importa un pimiento que haga él en la espiral mientras nosotras estemos bien alimentadas y recibamos su cariño y protección. No ha sido sencillo pero tengo una familia aquí, Levar…

La mujer bipolar suspiró. En cierto sentido debía respetar al cien por cien los designios de su hermana sin ponerlos en cuestión ni un solo momento.
-Lo entiendo, pero no puedes permitir que te tengan esclavizada. La crueldad del Faraón no os deja tener una vida propia. No entiendo cómo puedes vivir en estas circunstancias… - dijo confundida la mujer de ojos plateados.
-El Faraón no vive las vidas ajenas ni nosotros la suya. Yo tengo una vida plena junto a mi marido y a mi niña. No puedo trasladarme poniendo en peligro a mi pequeña.

Sol se acercó a su hermana y le dio a la niña para que la cogiera en brazos.
El rostro le cambió totalmente y con ella su actitud.
Entonces comenzó a decirle cosas al bebé.

-Ojalá puedas entenderlo, Levar. Este es mi lugar porque en este lugar están mi pareja y mi pequeña flor de loto.  Nos alimentamos, trabajamos y cuidamos de la pequeña. No necesito más.
-Siento veros alienados pero entiendo la situación- dijo finalmente Levar.
-Creo que es hora de marcharnos, ¿No, Rasha?- Dijo mirando al león llena de complicidad.
-Si, quizá lo sea.- Contestó éste.

En esos instantes la hermana de Levar cogió a la pequeña criatura de los brazos de su hermana y más tarde cogió a la chica bipolar del mentón y le dijo:
-He oído hablar sobre una reina valerosa que nos sacará a todos de la esclavitud. Dile de mi parte que tenga mucho cuidado y que  la quiero  y la he echado mucho de menos.
-Sé lo diré. – Dijo la reina Bipolar acompañando a su hermana en la sonrisa.
-Te echaré de menos, hermana.- Admitió echándose en sus brazos.












Salieron apresurados de aquel edificio dirección a la casa del controlador. No podían pararse a reflexionar ni un momento sobre el estado de las cosas. Ahora los π estaban definitivamente pisándoles los talones a límites insospechados y Rasha intuía que, probablemente, no era un solo grupo el que los perseguía.



-Su casa está en el edificio 43 en el piso 50, puerta F.- Constataron los niños.
-El piso está algo alto, casi preferiría dejar el Walnut  en la azotea.
-No es mala idea Rasha. Será más sencillo escapar, en el caso de que nos veamos obligados a hacerlo.- Le avaló el gato.
Jacky, que acababa de despertarse hace unos minutos, expuso coherentemente:
-Es interesante a no ser que usen planchas voladoras.
-En cualquier caso nos dividiremos. Levar y Asar vendrán conmigo. El resto os quedaréis en el Walnut.

Era un edificio de 120 pisos. Bajaron hasta llegar al 50 a través del ascensor.
El único modo de entrar era el más sencillo. Llamando a la puerta F.
Al abrir aparecieron dos π en posición agresiva.

-Buscamos al controlador de Spider.

Los π no podían reaccionar a su antojo. Debían contenerse. Así que se cohibieron  limitándose a enseñar los dientes mientras Rasha, Levar y Asar entraban en la vivienda.
Les hicieron pasar al salón.
Aquel lugar tenía una decoración minimalista;  escasez de iconos y figuras y un ambiente con tintes grises, negros y blancos.  
Al fondo se distinguía la figura de un individuo que escribía afanado en un despacho, junto a unos grandes ventanales.
Vestía un morado eclesiástico y llevaba un ornamento de tela blanco que le rodeaba el cuello hasta el final de la chaqueta.
Cuando éstos llegaron al salón  el individuo tardó unos segundos en levantarse.

-Interesante, no tenía el gusto de conocer a la reina Bipolar… – Dijo tan arrogante como pudo.
-Veo que es una vulgar y mediocre humana. Será un drama que muera  una reina tan preciada… y tan joven… y tan sencilla…- Terminó diciendo mientras Rasha le miraba con odio.
-Buscamos los códigos del Spider. Solo negociaremos con eso.- Dijo Rasha  mientras Asar le decía al oído que era un alquimio.
-¿Negociar con qué? Je, je, je. – rió a carcajada limpia el controlador. –El Spider forma parte del gran Imperio del Faraón. No pensaréis que negociaremos con una amenaza tan frugal.  Ella es lo único valioso que está aquí entre nosotros para el Faraón. Aunque admito que me parece irrisorio darle valor a la vida de una… -hizo una pausa y miró a la reina dándose una vuelta alrededor de ella. -…una simple humana.
-No queremos negociar con la vida de nadie- Espetó enfurecido Rasha.
-Je, je, je, je, je- rió estruendosamente.- ¡Vamos, vamos chicos! ¡Esto no es nada divertido! Además los códigos solo los tiene el Faraón, están en su haber. Digamos que yo… - dijo algo jovial- … solo soy un mero presbítero que guarda algunas de las claves. Pero el controlador, el verdadero supervisor, el gobernador del Spider y de todo el sistema es el Faraón.
-Se acerca un ejército que arrasará a los π. No tendréis donde agarraros porque no sabréis defenderos de los insurgentes. – Escupió Asar cabreado.
-Arrebataremos el poder del Faraón para dárselo al resto de espirales. Hasta él, que para ti es tan indestructible, tiene sus debilidades.  – Apuntó finalmente el gato.

Por un momento el insurgente  se había sentido invadido por el impulso de la justicia y la hermandad.
¿Acaso un alquimio podía comprender estas virtudes?

-Aún no he visto ese ejercito y respecto a las debilidades que tiene Faraón una de las principales es ser poderoso.- esbozó una gran sonrisa.
-Ah, perdón. Soy el sacerdote Emmanuel. Se me había olvidado presentarme- sonrió sinuosamente mientras se presentaba.
-Entonces, si no hemos venido a hacer nada aquí nos vamos…- dijo Rasha decidido a marcharse con un ademán.
-Bien, si así lo quieres… pero había pensado ofreceros un código a cambio de ver hablar a la reina Bipolar.

Levar permaneció callada por unos segundos y después que miró a Rasha y le susurró delicadamente al oído:
-Negocia…
-¿Cuántos códigos tienes? – Preguntó Rasha.
-Cinco, cuatro de ellos los usaré para negociar. El primero solo va a servir para que la reina bipolar se presente. Los restantes los encontraréis en la pirámide del Faraón.
-Si me pides que hable, ya lo estoy haciendo, pero me parece inútil que negocies. Soy más poderosa que tú.
-Je, je, je- rió el sacerdote Emmanuel.- Ya veo… Eres otra de esas insurgentes y yo diría que en un alto porcentaje.
-Soy realista y tu no lo estás siendo.- Arguyó Levar.

El sacerdote dio media vuelta y comenzó a cavilar. Parecía regocijarse en su situación de privilegio pero no quería cometer fallos, así que contuvo el aliento y volvió a ponerse de cara a sus invitados.

-Ya tienes un código, veamos que podemos hacer con los cuatro restantes. – Insinuó tocándose el mentón.

Todos callaron y a los pocos segundos el sacerdote se sintió inspirado y se dirigió al grupo.
Le pidió a Asar que besara en los labios a Levar.
El gato se quedó mirando detenidamente tanto a Rasha como a la reina Bipolar.
Ella asintió con la cabeza y se acercó a los labios de Asar.
El sacerdote les miraba resarcido.
-Bien, increíble, ideal…je, je, je- Ahora hacer lo mismo pero con pasión.
Levar volvió a besar a Asar esta vez imaginando que estaba con Rasha.
El sacerdote estaba consiguiendo todo lo que se proponía.

Levar se separó de Asar y éste le pidió perdón. Quería a Asar como un amigo, casi como un hijo. Ese beso nunca había sido dado…
-No entiendo que pretendes-. Le dijo Rasha a Emmanuel.- Si nos vas a dar los códigos dánoslos ya.
-¿Y privarme del placer de veros sufrir? No, amigo.- Sonrió y se giró mirando después a la ventana.
-Lo que no entiendo es porque un  alquimio destapa su cara. ¿Ya no gozas de ese privilegio, querido sacerdote Emmanuel?- Le dijo Rasha con rin tintín.  
-¿Acaso creías que este era mi aspecto real?- Expresó el alquimio mirando con recelo y a la vez arqueando al máximo sus cejas.
-Éste es uno de los aspectos que más confianza les da a los haggeds. Ellos me consideran maestro espiritual y yo obtengo lo que quiero; su energía más pura.
-Desde luego, veo que no pierdes el tiempo. Aunque he de reconocer que el sacerdocio ya no es nada original. ¿Qué les prometes a cambio? ¿Unas limpiezas energéticas?
El sacerdote empezó a perder la paciencia. Se acercó a Levar y expresó:
-Bueno, ¡qué noche tan espléndida! Sería ideal que viéramos la belleza al desnudo de la reina…–Planteó cargado de alevosía y malicia.
-Si no quieres no tienes porque hacerlo, Levar.
-Tranquilo, lo haré. Me parece una tontería así que lo haré.

Entonces comenzó a quitarse el traje que habían robado al llegar a la espiral. El beis había tomado un cáliz crema, casi ocre y el traje estaba repleto de arrugas.
Llegó a la ropa interior y luego se quitó el sujetador acabando por las bragas.
-¿Qué? ¿¿¿Estás contento???- Exclamó Levar.

Rasha estaba ruborizado. No podía defenderla y esa frustración le comía por dentro.  
Levar miraba con rabia al sacerdote. Se sentía impotente y era precisamente el sentimiento que él quería ver en ella.

-¡Vaya, preciosa reina!- Exclamó mientras Levar comenzaba a vestirse.
-Para el penúltimo quiero que me expliques porque te llaman reina Bipolar.
El sacerdote sonrió de soslayo pues de algún modo sabía la pregunta.
-Me llaman la reina bipolar porque tan pronto río como me pongo a llorar.- Dijo y se quedó callada.
-¿Eso es todo? Vamos terrestre, habrá algo más…
-No deberías averiguar porque me llaman así por ti mismo… - Dijo casi en tono de pregunta.
-No me importaría pero no se da el caso ahora mismo. Responde, terrestre. –Le atizó con las palabras esta vez bastante serio.
-Manejo la energía en dos extremos, negativo y positivo.
-¡Aha! Ahora entiendo porque te quiere el Faraón…
-Ahora falta un código…- Siguió diciendo insinuante el sacerdote.
-Necesito sentarme, veréis tengo un poco de artritis en las rodillas y el bálsamo que me doy no acaba de funcionar.
Confesando su dolencia y sentándose en la mesa grande que había frente a los tres visitantes, les mostró que tenía más debilidades de las que debería aparentar. Simplemente era un Alfariano más.  
-Tienes a dos excelentes caballeros a tu lado pero deberías de ser consciente de que no te sacarán de todos los apuros.
Levar cayó su respuesta. Ya no se sentía especialmente intimidada por aquel ser caricaturesco. Estaba harta de sus proposiciones.

-El Spider- siguió diciendo Emmanuel- es un sistema inteligentemente conformado. El Faraón nunca os daría los restantes códigos.  Si lo hiciese todo su Imperio se vendría abajo pero aún hay una salida para vosotros; La reina bipolar.
-En realidad está siendo para mí un placer ser el preámbulo del Faraón. Quizá esta espiral cambie pero el Faraón volverá a implantar el código aquí y en cualquier sitio que pueda instaurar su vasto emporio. Ningún ejército podrá derrocar por completo todo su Imperio.
-Eso está por ver.- Se arriesgó a decir Rasha convencido.
-Me falta un último deseo porque aunque os pese aún tengo los códigos.
-Bien, seguiremos hasta que  nos des todos los códigos en mano.- Manifestó el león sin dudarlo un solo instante.
-Es justo pero no os lo daré hasta que no hagáis una última cosa.- Dijo sacándose una pequeña llave del cuello.  
-La abriré si le das a la reina esa hierbecilla que siempre lleváis los leones encima. –Dijo consciente de su maldad y los resultados de la misma.
Algunas habladurías habían llegado a oídos de los haggeds. Teniendo en cuenta que también el Faraón tenía información de primera mano, el sacerdote sabía demasiado ducho en la mujer bipolar.
-Eso es imposible, la reina no puede tomar eso.- Dijo tajantemente Rasha negándose a prepararle la hierba.
-Es lo último que debéis hacer aquí.
Rasha miró hacia todos los lados observando cómo estaban posicionados todos  los π. Luego miró a Levar y le dijo que no debía hacerlo pero, si optaba por esa opción, la respetaría.
-Sabes que es peligroso -contestó ella. – De todos modos el sacerdote lo ha querido así. – Dijo resignada.

Mientras tanto Rasha empezó a preparar una pipa de ganjha. Sabía sus consecuencias pero la situación era extraña a la par que peligrosa. Ahora no podían echarse atrás. Tenían que obtener los códigos fuese como fuese.

Cuando la pipa estuvo preparada el león se la pasó a Levar. Él no quería ni tan si quiera mirarla.
-¿Qué pasará, reina Levar? – preguntó Asar.
-Tranquilo, todo lo que veas y oigas de mi no lo tengas en cuenta. Solo confía en que yo estoy ahí en alguna parte de mi interior.
-Así lo haré, reina Bipolar. – Contestó éste.

Cuando le pasó la pipa le dio varias bocanadas. Pronto empezó a notar el efecto eufórico y mas tarde empezó sintió un aumento en su sensibilidad hacia el entorno. Sin embargo el efecto sedante era más fuerte y hacia que su mente distorsionara la realidad provocando efectos de somnolencia, euforia y bienestar. De repente no sentía ansiedad ni le dolía la cabeza.
Miró a Rasha con los ojos algo rojos y la necesidad de protección.
Este miró al sacerdote deseando terminar la velada surrealista que habían estado viviendo con él.

-Abre la caja, ya tienes lo que querías.- Masculló riéndose.

Abrió la caja y le proporcionó a Rasha un papel plastificado con varios códigos en su interior.

-Asar, coge a Levar. ¡! Nos vamos!!

Se fueron apresurados sin despedirse del sacerdote. Corrieron hacia la puerta de entrada y luego hasta el ascensor.
El sacerdote aún reía a lo lejos.

-Levar está enferma. Hay que darle algo de comida o dulces lo antes posible…- Le dijo el león a Asar apretando el botón del ascensor.
-No te preocupes, no está sola. Estoy yo aquí también.- Dijo Asar inocentemente.
-Eso me preocupa Asar. Qué no sufras tú también.
-Soy insurgente. He visto cosas muy raras entre los gatos.
-Bien, ahora debes estar pendiente de ella. Quizá se ponga algo agresiva pero tú no la hagas ni caso. La mitad son palabras de papel.
-Chicos, mierda, que estoy delante…- gritó Levar.
-Me siento algo eufórica pero aun estoy bien. – Entonces se subieron al ascensor.
-Lo siento Levar, mi intención es solo tener sobre aviso a Asar.
-Lo entiendo pero jamás digas que no soy sincera.
-Lo eres y a veces de una forma que no alcanzo a entender. – Le confesó él.







-Wow, chicos, creía que nunca llegabais. Varios Walnuts sobrevolaron por encima de nosotros. No se porque motivo no nos hicieron nada.
-Nosotros conseguimos cinco códigos, chicos.- Declaró Rasha. – El resto no está en nuestro haber. Los tiene el Faraón pero no se si será viable llegar a ellos.  Él es el único que puede dárnoslo.
-Y probablemente me quieran a mí a cambio- Intervino Levar con los ojos entornados y adormecidos.
-¿Y como haremos para no entregar a la reina Bipolar?- Preguntó Blod preocupado.
-Buscaremos los códigos en la propia casa del Faraón y si es necesario me entregaré.  Él es el único que tiene potestad sobre el Spider. Al menos en gran mayoría.  Si está dispuesto a confiar su Imperio en mí es porque quiere algo de un valor superior.

Todos miraron a Levar presagiando lo peor.

-No tengo miedo a morir. La reina Omega me decía que solo el agujero negro es la muerte. El resto son encrucijadas de la vida.
Todos la miraron con cara de circunstancia.
-Por favor, Tania, si te quedan algunas fresas escarchadas dale alguna a Levar.
-No lo dudes.- Contestó ésta.



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-Una y una dos...
-Eso es mentira, a veces dos
guardan tres más.
-Cierto Charlie, hay que 
acostumbrarse  a tener en cuenta 
todas las cosas.



Istharenlanoxe...

2 comentarios:

  1. Me parece una pena que no pongas el final por aquí... aunque sé que lo podré ver in situ, jeje. No en serio, siempre te lo digo, la espiral es un libro muy agradable de leer, una aventura sin cortapisas que tiene tanta profundidad como uno pueda llegar, porque está claro que la literatura en este caso tiene mensaje a varias escalas. Yo no sé si me he quedado con todo él, pero sí entiendo un montón de cosas, he aprendido mogoyón con el libro, y ya te digo, me da pena que se acabe... al menos por aquí. Me queda el último capítulo, pero ya sabes que yo tengo un ritual de lectura. Mañana termino.

    Y nada, como por aquí realmente se acaba la encrucijada de las espirales, agradecerte el gran esfuerzo que has hecho, no solo con las revisiones del libro, sino con la elaboración del blog, el tiempo que has invertido, y el cariño que le has puesto. El libro es bueno, ahoar bien, para que alguien ponga los ojos sobre él y lo puedas vender, creo que hace falta, como bien pone en la presentación, atreverse a sumergirse en las espirales. Un viaje que sin duda no te puede dejar indiferente. Al menos, a mí no lo ha hecho, y ya te digo, que valoro un montón la filosofía que has puesto aquí, creo que se adapta bastante a los valores por los cuales te riges, y ya te digo, he aprendido mogoyón.

    Muchas gracias preciosa Isthar por este viaje intergaláctico. Pero intuyo que solo será el inicio de algo muy especial. Hay mimbres amiga. Besos de tu Droguito...

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  2. Un placer para mi que te guste. Gracias por todos tus comentarios y decirte que la historia aquí no está integramente plasmada de momento pero todo se andará. Y lo mejor de todo es que la historia no acaba en este libro, habrá una y quien sabe alguna que otra parte más.
    Por lo demás agradezco a todo aquel que se haya querido sumergir en esta travesía. No solo está hecho con el corazón sino también con las entrañas y el eterno afán de curiosidad...
    Buena encrucijada a tí, Drogo y para el resto lo mismo.
    Suerte y muchas energías!!!

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